El área debe volverse blanca; aplique presión y el área debe ponerse roja, rosada o hincharse en un segundo, lo que indica un buen flujo sanguíneo. Si el área todavía está blanca, entonces hay problemas con el flujo sanguíneo o ha comenzado el daño.
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Cómo curar las escaras
Es importante saber cómo curar las escaras o úlceras por presión, para evitar problemas graves. Y el mejor tratamiento para los encamados es la prevención. Se debe mantener una buena higiene del paciente todos los días y masajear en las zonas sensibles. Además, aprovechando ese momento, el cuerpo debería notar cualquier cambio en la piel. Tan pronto como note un síntoma mínimo, debe consultar a su médico. Y después de la higiene, hay que hidratar la piel. De esta forma evitaremos la sequedad y la falta de nutrición.
Para ello hay que ayudar al paciente a cambiar de postura. Dentro de sus posibilidades de movilidad, debe moverse de vez en cuando para reducir la apariencia de encamado. Además, es necesario contar con sábanas antiescaras, cojines antiescaras y otros recursos destinados a reducir la aparición de úlceras por presión.
Prevención
Como decía, las úlceras por presión son preocupantes y pueden ser angustiosas para los cuidadores y familiares que atienden a personas inmovilizadas.
En general cuando su movilidad es reducida o cuando hay una permanencia continua en la cama del caso, es necesario tomar medidas para prevenir su aparición.
Ayudas técnicas disponibles en el mercado para prevenir y tratar escaras o úlceras por presión
Las ayudas técnicas siempre complementarán una atención adecuada, es importante recordar:
- se debe movilizar a la persona y cambiar de postura cada 3 o 4 horas
- La higiene es fundamental, se deben limpiar, secar e hidratar las zonas de riesgo después de cada lavado o cambio de pañal
- Revisar la piel frecuentemente para detectar posibles lesiones en estadios muy iniciales
- Cuidado con los roces al realizar transferencias para no irritar la piel
- Fomentar la actividad y el movimiento tanto activo como pasivo
- Cuidar tu dieta, asegurando un aporte adecuado de calorías y proteínas, así como de vitaminas y minerales. Si la persona no puede comer por sí sola o por alguna otra razón no quiere comer, consulte al médico para que le suministre un suplemento hiperproteico adecuado. Están financiados por la Seguridad Social.
