En ocasiones estas heridas no pueden cicatrizar y es necesario recurrir a la cirugía para sellar la escisión y evitar daños mayores en el tejido. La técnica más utilizada se llama reemplazo de injerto. Se toma un injerto de piel y músculo de otra parte del cuerpo y se usa para sellar la úlcera.
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Consejos para prevenir las escaras o úlceras por presión
Es fundamental saber qué son las úlceras por presión para prevenir las escaras y cuidar adecuadamente a una persona con riesgo de padecerlas.
En este artículo te explicaremos qué hacer para prevenirlas y recomendaciones para su prevención y tratamiento.
Cómo curar las escaras
Es importante saber cómo curar las escaras o úlceras por presión, para evitar problemas graves. Y el mejor tratamiento para los encamados es la prevención. Se debe mantener una buena higiene del paciente todos los días y masajear en las zonas sensibles. Además, aprovechando ese momento, el cuerpo debería notar cualquier cambio en la piel. Tan pronto como note un síntoma mínimo, debe consultar a su médico. Y después de la higiene, hay que hidratar la piel. De esta forma evitaremos la sequedad y la falta de nutrición.
Para ello hay que ayudar al paciente a cambiar de postura.
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Dentro de sus posibilidades de movilidad, debe moverse de vez en cuando para reducir la apariencia de encamado. Además, es necesario contar con sábanas antiescaras, cojines antiescaras y otros recursos destinados a reducir la aparición de úlceras por presión.
Apósitos
Estos son algunos ejemplos de este tipo de productos:
- Hidrocoloide: son apósitos que contienen un gel especial que favorece el crecimiento de nuevas células de la piel .
- Alginatos: son aderezos elaborados con algas que contienen sodio y calcio. Se ha demostrado que aceleran el proceso de curación.
Áreas de riesgo ¿Dónde aparecen más las escaras o úlceras por presión?
Las úlceras de decúbito generalmente ocurren en las articulaciones cuando el hueso ejerce presión sobre los tejidos con más fuerza.
Una vez al día, examinar la piel de las zonas más sensibles .
Si cuidas a una persona dependiente, encamada o con movilidad reducida, es importante que revises las zonas más sensibles donde es probable que se desarrollen plagas.
Para saber cuáles son estas zonas de la piel (tobillos, caderas, codos, occipucio, hombros, omóplatos, etc.) puedes fijarte en las partes del cuerpo que tienen menos grasa. Examine la piel diariamente en estas áreas para detectar posibles cambios de color. Y mantenlo limpio, seco e hidratado.