La sulfadiazina de plata y la nitrofurazona (que actúan localmente) son antibióticos tópicos, y el resto de tratamientos son antisépticos.
Las úlceras venosas de las piernas son un tipo de herida que tarda mucho en cicatrizar. Estas heridas pueden infectarse, lo que puede retrasar aún más la curación. Hay dos tipos de tratamiento disponibles para tratar la infección: antibióticos sistémicos (es decir, antibióticos administrados por vía oral o por inyección) y preparaciones tópicas (es decir, tratamientos aplicados directamente sobre la herida). Ya sea que se usen preparaciones sistémicas o tópicas, los pacientes también tendrán un vendaje y un vendaje sobre la herida.
O’Meara S, Al-Kurdi D, Ologun Y, Ovington LG, Martyn-St James M, Richardson R
Contenido
¿Es una úlcera por presión un signo de negligencia?
Una úlcera por presión indica una falta de atención y cuidado hacia la persona. Pueden causar serios problemas de salud.
Hay que prestar especial atención a la piel de las personas que pasan la mayor parte del tiempo inmovilizadas. Además de facilitar las medidas necesarias para prevenir su aparición. Y en caso de que sean visibles, dar el tratamiento adecuado para evitar complicaciones graves.
Etapas de un bulto o úlcera por presión
A medida que las células mueren, comienzan a formarse una lesión que empeora con el tiempo si no se toman medidas
Etapa 1
¿Cómo podemos reconocer y tratar correctamente estas dos etapas de colonización crítica e infección?
Ya hemos comentado cómo identificamos una infección ulcerosa, parece haber una colonización crítica sin signos clínicos sutiles, pero hay un retraso importante en la cicatrización y muchas veces va acompañada de un biofilm que dificulta y retrasa la cicatrización.
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De IES Medical llega L-Mesitran, una innovadora gama de productos a base de miel medicinal enriquecida con antioxidantes para curar úlceras y otras heridas crónicas de forma rápida y eficaz.
Las personas que sufren limitaciones de movimiento, aquellas que tienen que pasar mucho tiempo en cama o en silla de ruedas, y que permanecen en la misma posición durante un largo periodo de tiempo, tienen un alto riesgo de desarrollar bultos o presión. úlceras. Se trata de heridas crónicas muy frecuentes en el colectivo de ancianos, que suelen padecer otras patologías, como la incontinencia, que pueden facilitar el desarrollo de estas lesiones. De hecho, se considera un problema de salud pública porque afecta a todos los niveles asistenciales (se atienden unos 100.000 pacientes al año) y principalmente a personas mayores y dependientes.
Para evitar las úlceras por presión (llamadas úlceras por decúbito, llagas o bultos) es necesario tomar medidas preventivas y recibir un tratamiento satisfactorio. En este sentido, hoy en día existen productos derivados de la miel que tienen una gran capacidad para la cicatrización de heridas, en ausencia de contraindicaciones, cuya eficacia ha sido probada para el tratamiento de lesiones. De hecho, la miel se ha utilizado para tratar heridas e infecciones desde la antigüedad; hay constancia de que los egipcios, asirios, chinos, griegos y romanos fueron pioneros en el uso de la miel. Actualmente, esta terapia se ha recuperado por su valor medicinal y se ha incrementado el boom de la miel como terapia médica.