Las úlceras de decúbito son áreas de piel y tejido dañados causadas por la presión constante (generalmente de una cama o silla de ruedas) que reduce la circulación sanguínea en áreas vulnerables del cuerpo.
La cicatrización es un proceso muy largo y laborioso, por lo que la prevención es fundamental, sabiendo actuar desde la aparición de los primeros signos. Las personas que no pueden moverse o cambiar de lugar sin ayuda tienen un mayor riesgo de sufrir escaras y úlceras por presión Según expertos de la Fundación Federico Ozanam, existen varios factores que contribuyen al desarrollo de las escaras. Estar confinado a una cama o silla, no poder moverse, la falta de control de la orina o las heces, la mala nutrición o la falta de agilidad mental son factores que aumentan el riesgo de úlceras por decúbito y úlceras por presión.
- Para ser reducido a una cama o silla. Si tiene que quedarse en la cama, en una silla o en una silla de ruedas, su riesgo podría aumentar.
- Falta de acción. Si no puede mudarse o cambiar de trabajo sin ayuda, corre un mayor riesgo. Las personas en coma, las que están paralizadas o las que se han roto la cadera corren un mayor riesgo. El riesgo se reduce cuando las personas pueden moverse por su cuenta.
- Falta de control de orina o heces. Es más probable que tenga plagas de contacto si no puede mantener su piel limpia de orina, heces o sudor, ya que la humedad puede irritar la piel.
- Desnutrición. Si no puedes mantener una dieta adecuada, la piel no obtendrá los nutrientes que necesita para mantenerse saludable.
- Falta de claridad mental. Cuando las capacidades mentales disminuyen, la persona no puede hacer lo necesario para evitar las heridas.
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Mantener una buena higiene corporal
Si es posible, se debe limpiar al paciente al menos una vez al día. Siempre con jabón neutro, no frotar la piel y secar con mucho cuidado. Además, nunca se deben aplicar productos con alcohol, hielo o un secador de pelo a temperaturas muy altas. Eso sí, la cama debe estar limpia, seca y sin pliegues. Y tampoco deben usar ropa ajustada o demasiado holgada con telas ásperas.
Para mantener una buena troficidad de la piel, es importante que el paciente reciba un suave masaje sobre la piel limpia y seca, sin ejercer presión sobre ella, especialmente en las zonas óseas.
Lo ideal es hacerlo con cremas y aceites hidratantes.
Tratamiento de escaras o úlceras por presión
El tratamiento dependerá de la gravedad de las escaras, pero es importante, en cuanto aparezca una úlcera, consultar al médico que lo antes posible . .
En primer lugar hay que reducir la presión y el roce que provoca la escara. Esto se consigue mediante cambios posturales frecuentes y mediante el uso de superficies de apoyo antiescaras, que pretenden profundizar en las zonas de prominencia ósea.
¿Cómo tratar la ropa de cama para personas mayores? Tratamientos y cuidados
La ropa de cama para personas mayores se trata en función de la etapa en la que se encuentre. Por lo general, se pueden curar en casa. Sin embargo, en las etapas más avanzadas, se puede requerir ayuda médica o antibióticos.
- ¿Qué cuidados se dan en la fase I? Para tratar las úlceras por presión en su primera etapa, debemos aplicar agua tibia y jabón neutro para lavar la zona afectada. Posteriormente, aplicamos una crema hidratante sobre la piel.
- ¿Y en la fase II? Cuando las chinches están más desarrolladas tenemos que limpiarlas con soluciones salinas. De esta manera podemos eliminar el tejido muerto. Una vez realizada esta limpieza, se cubrirá con un vendaje para evitar infecciones y favorecer la cicatrización.
- Atención en estadios III y IV. Estos son los pasos más serios. En este momento, las lesiones deberán ser tratadas por un médico. Además, las personas mayores deben continuar el tratamiento en su domicilio, de forma independiente o con la ayuda de un familiar o cuidador.
Escalas de evaluación o cómo medir el riesgo de úlceras por presión.
Los profesionales de la salud utilizan las escalas para evaluar el riesgo de úlceras de decúbito o úlceras por presión cuando ven al paciente por primera vez y periódicamente si observan cambios en su salud o comportamiento.
Aunque existen muchos informes y estudios para la valoración de las úlceras por presión, los dos más utilizados son: la escala de Norton, que es la más sencilla y rápida, y la escala de Braden, que es un poco más extensa. El riesgo en ambas pruebas se dividirá en 4 posibles resultados: riesgo bajo, medio, alto y muy alto.